En un principio, el islam tuvo su presencia en la península ibérica durante los años 711 y 1492, constituyendo la Andalucía actual el último bastión en España del Imperio Musulmán. Por este motivo, los monumentos considerados de mayor relevancia del arte islámico, se encuentran dentro del territorio andaluz.

Cuando se habla de arte islámico en España, es posible observar que las obras arquitectónicas más sobresalientes están ubicadas en los territorios de Granada, Córdova y algunas provincias andaluzas, las cuales colindan entre sí y que en su momento estuvieron bajo el mandato musulmán durante las distintas épocas de la Edad Media.

¿Qué es el arte islámico y sus características?

El arte islámico es definido como una corriente de orden artístico desarrollado en su generalidad por todas aquellas personas que practican la religión islámica. Al igual que todas las figuras relacionadas con el arte, posee un elevado recorrido en el tiempo y en todo lo que atañe a la geografía a nivel mundial.

El arte islámico, debido a su expansión, siempre tuvo un componente de unión muy fuerte, esto se explica debido a que aun cuando los artistas musulmanes siempre estaban en constante movimiento, la escritura islámica se hizo común en todos ellos.

Este factor preponderante provocó que el arte islámico tuviera una evolución de manera muy cohesionada, lo que significó que mantuvo intacto los valores de la geometría y la decoración. Además, el arte islámico posee una presunción de homogeneidad geográfica y temporal, factor que no es común en el arte.

En atención a ello, es fácil distinguir tres tipos de artes islámicos, los cuales enunciaremos a continuación:

1. Lacería: representaban líneas que lograban entrelazarse de gran manera, las cuales fueron capaces de originar estrellas y polígonos.

1. Caligrafía cúfica: era un tipo de arte que se generaba mediante los fragmentos del Corán, el cual está denominado como el libro sagrado del islam. Esto significa que representaban a partir de los fragmentos el texto del libro.

1. Ataurique: era un tipo de arte islámico que lograba plasmarse mediante ilustraciones vegetales.

Otra característica sobresaliente del arte islámico lo constituía su arquitectura y es que en su momento se crearon edificios que, posteriormente, poseían una función, ya fuera esta de orden religioso o no. Entre ese arte islámico han destacado “las mezquitas”.

También es importante señalar que no había una corriente artística dentro de la escultura islámica. No obstante, dentro de muchas clases de arquitecturas, con frecuencia se realizaban tallas en marfil o en cerámica.

Lo mismo ocurría con la pintura, la cual predominaba generalmente en casi todas las representaciones de los libros laicos y divinos.

Todas estas características condujeron a que el arte islámico llegara a predominar como el arte de cualquier cultura, lo cual le permitió evolucionar a través del tiempo partiendo de una gran variedad de fuentes, a pesar del estrecho contacto ocurrido entre la cultura islámica y otras culturas, como, por ejemplo, la cultura romana, la bizantina, la paleocristiana, el arte persa o todos los estilos del centro de Asia.

En ellas hubo incursiones turcas y mongolas, donde destacó el arte chino, lo que les permitió confeccionar y moldear el arte islámico en su arquitectura, su pintura y su escultura.

¿Cuándo nació el arte islámico?

El origen en el tiempo correspondiente al arte islámico se ubica en el año 622, el cual se considera el año del nacimiento de la religión musulmana que, según la historia, ocurre cuando Mahoma se dirige de La Meca a Medina, debido a la intransigencia que había con respecto a su predicación y, de esta manera, al nacer la religión islámica se genera de forma prácticamente instantánea su arte.

Referente al origen geográfico, se puede señalar que no existe un punto determinado, si no que se dice que fue en el Golfo de Bengala, donde se produjo su origen, logrando expandirse hacia el Oriente Próximo, norte de India, África y España.  

Características del arte islámico

Todos los tipos de arte destacan por sus múltiples características, las cuales tienen influencia de diversos factores, tales como: la religión, la geografía y otras culturas que de alguna manera marcaron su desarrollo.

En razón a esto, el arte islámico posee una serie de características que lo diferencian y lo distinguen del resto de las artes, entre estas se encuentran:

• La pintura y la escultura: las cuales fueron unas corrientes artísticas que tuvieron poco desarrollo, debido a que en la religión islámica se prohibieron las representaciones de figuras religiosas.

• La arquitectura: está considerada como la modalidad artística de mayor desarrollo por parte del islam.
• En este arte se usaban materiales comunes, tales como el ladrillo o el yeso. Esto se debió a que su origen geográfico se centró en el desierto Arábigo, cuyo clima es muy extremo y debido a ello, existe escases de materiales como la piedra.

• En cuanto a la arquitectura islámica en su generalidad, los techos y las paredes se recubren en su mayoría de yeso, azulejos o madera, aparte de que su decoración destaca por sus formas geométricas, epigrafías o vegetales caligráficas.

• Otra característica destacada es que solían absorber elementos de las culturas que con frecuencia conquistaban, tales como el arco visigodo y la cúpula bizantina. Acostumbraban a reciclar el arte de otras culturas, ya que construían sus edificios sobre la base de los anteriores.
• Otra característica a destacar es que usaban composiciones geométricas con el fin de evitar cualquier tipo de representación de la humanidad.
• Cabe señalar que las técnicas de mayor uso en el arte islámico son generalmente el mosaico de tradición bizantina, el estuco, la escultura en relieve y el alicatado.
• Finalmente, la composición dentro del arte islámico tiene su basamento en la repetición de algunos esquemas geométricos, cuya forma es seriada, además de la composición conformada por distintas decoraciones y simetrías.

• Obras y arquitectura del arte islámico

  Entre los monumentos pertenecientes al arte islámico que se encuentran en España, están los siguientes:

• La Alhambra: considerada la obra arquitectónica de mayor representación del arte islámico en España, tanto así que ha sido declarado como patrimonio de la humanidad. La Alahambra es reconocido como un complejo monumental ubicado sobre una ciudad palatina andalusí, ubicada en la ciudad de Granada. Es un conjunto conformado por jardines, palacios y fortalezas, construidos para alojar al emir y a la corte del Reino Nazarí.

• Mezquita-Catedral de Córdoba: está llamado a ser uno de los monumentos que más visitas reciben en España. Fue construido en el año 784 y está llamado a ser el epicentro del Emirato de Córdova y el posterior Califato. Es una construcción que alcanza los 23.400 m² y, en su momento, llegó a ser la segunda mezquita de mayor expansión a nivel mundial por detrás de La Meca, la cual representa el centro cultural del islam. A posteriori, esta fue superada por la Mezquita Azul, la cual se encuentra localizada en Estambul.

• Mezquita de Bib-Al-Mardum: en el territorio andaluz permanecen muchos monumentos de arte islámico, los cuales poseen un enorme valor cultural. En este caso se trata de la Mezquita Bib-Al-Mardum, un tipo de construcción que se encuentra ubicada en Toledo, cuyos orígenes datan del año 999, perteneciente al período del califal y que a posteriori hubo de ser convertida en la ermita cristiana del Cristo de la Luz.

• Medina Azahara: se encuentra también ubicada en la ciudad de Córdova, es un monumento de ciudad-palacio, la cual fue levantada por el califa cordobés Abderrahman III, durante el siglo X, cuya intención era transfórmala en la capital el Califato y que esta fuera la residencia real, así como también la sede del gobierno.

• Torre del Oro: Se encuentra rozando el rio Guadalquivir, en pleno corazón de Sevilla. Es una de las tantas torres que se dice se alzan en el territorio español y cuyo origen proviene del arte islámico en España. Posee una altura de 36 metros y constituye uno de los monumentos más representativos pertenecientes de la cultura musulmana dentro de la península ibérica.

Todos estos monumentos de arte islámico en España han tenido la suerte de que se le hayan sumado innumerables torres, murallas y edificios, vinculados al arte musulmán y que, en la actualidad, siguen permaneciendo en las distintas ciudades españolas.

Es por ello que, estableciendo la diferencia con otros tipos de arte, como por ejemplo el arte africano, el arte asiático o cualquier otro tipo de corriente artística, no existe la posibilidad de conseguir arte islámico en algunas exposiciones de Madrid, ni tampoco en otras ciudades.

Por ello, solo queda el disfrute del paisaje donde el arte islámico logra fusionarse con las urbes españolas. Conociendo que la cultura islámica pudo enriquecer la arquitectura de la península ibérica de manera determinante.

Ante ello, una consideración de fuerte impacto fue que la cultura musulmana en España, surgió de la creación de numerosas acequias y numerosos sistemas de riego o través de las canalizaciones del agua que, en la actualidad, aún mantienen su uso dentro de gran cantidad de localidades españolas.

Arte musulmán

A través del arte musulmán se tiende a representar la naturaleza inanimada, esto conduce a toda la predilección hacia las fantasías de fondo naturalista, el cual posee un carácter geométrico que surge como complemento de la arquitectura y de la repetición de las formas abstractas.

En este tipo de arte son frecuentes las presencias de polígonos, así como también de poliedros regulares o estrellados. Los musulmanes fueron grandes constructores, entre su arte arquitectónico destacan el palacio, el fuerte y la tumba, así como edificaciones de menor laboriosidad como las fuentes, la arquitectura de carácter doméstico y los baños públicos.

Su pintura siempre estuvo muy vinculada con el conocimiento de las matemáticas, ya que todos los motivos geométricos de su ornamentación fueron extraídos de una fórmula poligonal. En su momento, las figuras geométricas lograron transformarse en números que mediante repeticiones llegaron a determinar cadencias.

Principales obras

Dentro de las principales obras islámicas consideradas de carácter excepcional, se encuentran las siguientes:

• Gur-e Amir: Es un tipo de Mausoleo de Tamerlán (Samarcanda, actual Uzbekistán) que constituye una de las joyas más preciadas del Arte Islámico, la cual se puede visitar en la ciudad Uzbeca. Lo relevante de este mausoleo es que fue alzado por el conquistador asiático Tamerlán, el cual fue dedicado en honor a su nieto Mohamed Sultán.

• El Palacio Alí Qapu Isfahan Irán: fue el área de residencia del Shad Persia y está ubicada en la Plaza del Imam de Isfahan. Cabe destacar que las pinturas y los estucos son los que decoran esta obra de arte. Por su parte, el Sha Abbas que perteneció a la dinastía de los Safávidas, resultó ser el gran impulsor de la ciudad y el artífice creador de esta maravilla.

• Madrasa Ben Yousef. Marrakech: es una de las obras de mayor belleza de Marruecos. Es una arquitectura de singular belleza perteneciente al arte islámico y fue alzada por medio de la dinastía de meriníes, quienes eran los que imperaban en Marruecos, así como en la Península Ibérica, durante los siglos XIII y XV.

• Cúpula de la Roca, Palestina: esta cúpula está ubicada en la Explanada de las mezquitas de Jerusalén. Está llamada a ser una obra universal por su maravilla perteneciente al Arte Islámico. Es una planta octogonal, recubierta de cerámica esmerilada con diseño autentico persa que culmina en una cúpula dorada, de ella se dice que se alzó en el lugar para que Mahoma subiera a los cielos.

Características

Parecidas a cualquier corriente de cultura y arte, la religión musulmana posee unas características muy singulares, las cuales la identifican plenamente.

Dentro de las características destacan las siguientes:

• Este tipo de arte tiene su origen en el arte bizantino, paleocristiano y romano, ya que estas fueron las modalidades artísticas que llegaron a precederlo.
• Para la religión musulmana, la decoración, la geometría y los grabados constituyen elementos artísticos muy inherentes a esta clase de arte.
• Dentro sus técnicas artísticas más frecuentes está el estuco, el alicatado, la estructura en relieve y el mosaico bizantino.
• Dentro de los materiales de mayor empleo para su desarrollo, destacan el ladrillo, los azulejos, el yeso y la madera.
• Este tipo de arte es iconoclasta, lo cual significa que la representación de Dios en imágenes se encuentra prohibida.

Decoración

En cuanto a la decoración del arte islámico, cabe señalar que gran parte de lo que la conforman desde el punto de vista ornamental le viene por herencia. Los artistas musulmanes se enfocaron en crear una nueva manera de expresión y, para ello, utilizaron 4 elementos básicos: los motivos vegetales, la caligrafía, los figurativos y los geométricos.

Estos conforman una decoración profusa que se caracteriza por el horror vacui. Los elementos decorativos de mayor uso en este tipo de arte fueron el yeso y la escayola, así como también la mampostería y el ladrillo. El constructor islámico en principio elije el cuadrado como un elemento organizador del espacio que, a posteri, emplea la esfera cubica para proceder al desarrollo de las cúpulas.

Mosaicos árabes

Por su parte, este tipo de cultura tiene una rica estética en todo lo relacionado con adornos multicolor, texturas y relieves, motivo por el cual ha logrado mantenerse a lo largo de los siglos con capacidad para cubrir cualquier espacio, dándole una personalidad y una identidad muy exclusiva.

El mosaico árabe resulta una prueba única debido a sus formas arquitectónicas y a su diversidad de composiciones, capaz de realzar cualquier ambiente donde sean colocados.

Su universalidad es de tal magnitud que estos fantásticos mosaicos han sido denominados como “geomatría cuasicristalina decagonal avanzada”, criterio que mantiene la Universidad de Harvard y Princeton, debido a que su simetría tiene unos motivos perfectos que datan de la civilización islámica.

Los que destacaban en los encargos de la composición de los mosaicos eran los matemáticos, ya que constituían una figura que mantenían una posición de gran rango dentro de la cultura árabe.

Se dice que usaban regla y compas para elaborar los patrones que a posteriori fueron aplicados a los azulejos. Estos patrones recibían el nombre de girih y se encontraban compuestos por un conjunto de 5 polígonos, un pentágono, un decágono, un hexágono, un diamante y una “corbata”.

Cada motivo se desarrollaba de manera individual, pero cuando la reproducción se presentaba a gran escala, lograba formar algunas distorsiones geométricas.

Por su parte, Roger Penrose, un matemático británico muy famoso, logró demostrar que los azulejos gruesos y delgados que tenían forma de rombo, podían llegar a formar un patrón no repetitivo con una simetría rotacional, lo cual significaba que la podías girar menos de 360° dentro de un punto fijo, manteniendo la visión de su forma antes de comenzar a girarla.

La estructura del mosaico muy vinculada con los cuasicristales, fue motivo para que Daniel Shechtan se hiciera acreedor al premio nobel de química en el año 2001, ya que fue el descubridor de los cuasicristales, definidos como patrones de átomos que en un principio se creían imposibles y que él los definió como “los mosaicos fascinantes del mundo árabe reproducidos a nivel de átomos y que nunca se repetían”.